Cuando alguien abre una de mis botellas, me gusta pensar que no está bebiendo solo vino.
Está abriendo un paisaje. Un año entero de decisiones. Un trocito de historia contado con uva, manos y paciencia.
En un mundo que va rápido, hacer vino despacio es casi un acto de resistencia.
Pero en mi bodega artesanal en NaVisita a la Bodeguita de Elena Corzanavarrete, las prisas se quedan en la puerta. Porque aquí cada botella se hace desde el origen, con sentido y con alma.
Todo empieza en el viñedo
No hay buen vino sin buena uva. Parece obvio, pero a veces se olvida.
Yo trabajo viñas que conozco a fondo, en plena Rioja Alta, donde el terroir imprime carácter.
Mi forma de viticultura es respetuosa. Observo, acompaño. Busco equilibrio, no intervención. Cuido la biodiversidad del entorno y dejo que la naturaleza se exprese. Porque la calidad se decide en el campo, mucho antes de que el racimo llegue a la bodega.
Es un vino ecológico y con historia, desde la raíz hasta la copa.
Fermentar sin maquillar
En bodega, todo sigue el mismo principio: el vino tiene que contar su verdad.
Uso fermentaciones espontáneas, sin levaduras añadidas, y crianza en madera usada o en depósitos neutros, según lo que el vino pida. No hay recetas fijas. Cada año manda el clima, la uva, la intuición.
Trabajo microvinificaciones que me permiten conocer a fondo cada parcela. A veces, una de ellas da lugar a un vino único. Otras, se ensamblan buscando armonía. Pero siempre hay una historia detrás. Una intención.
Vino de autora: técnica, instinto y carácter
Hacer vino no es solo técnica. Es intuición, sensibilidad y escucha.
Es tomar decisiones que no se ven, pero se notan. Decidir no clarificar, no filtrar, dejar algo de imperfección que lo haga más vivo. Más real.
Un vino de autora en Rioja Alta no es solo un concepto. Es una forma de trabajar. De vivir el vino con compromiso, con mirada propia y con respeto al entorno. Que se hace con conocimiento, pero también con emoción.
Cada añada es irrepetible
Mis vinos no son iguales todos los años. Y no quiero que lo sean.
Cada añada tiene su carácter, su narrativa. No busco reproducir un patrón, sino dejar constancia de un momento.
Esa es la magia del vino de pequeña producción: que lo que hoy bebes no volverá a repetirse exactamente igual. Es efímero, como lo son los recuerdos más bellos. Como lo es todo lo que se hace de verdad.
Beber historias, no solo etiquetas
Hago vinos que acompañan. Que maridan con comida, pero también con conversaciones largas, con reencuentros, con silencios.
Son vinos gastronómicos, pensados para disfrutar con los cinco sentidos. Pero también para conectar.
Cada botella es una invitación a conocerme un poco más.
A entender mi tierra, mi forma de trabajar, lo que elijo mostrar y lo que prefiero dejar oculto. Como un diario líquido que se escribe sorbo a sorbo.
¿Quieres probar un vino que te cuente una historia?
Reserva tu visita a la bodega artesanal en Navarrete y descubre cómo nace un vino de autor en Rioja Alta, desde el viñedo hasta tu copa.
🍷 ¿Prefieres empezar desde casa?
Descubre nuestra tienda online y elige el vino que más te hable:👉 Ver tienda y comprar vino