Quien diga que en La Rioja todas las bodegas son iguales, nunca ha paseado por Navarrete. Aquí, en este pueblo a mitad de camino entre Logroño y Nájera, el vino se mezcla con la arcilla de los alfares, los caminos de peregrinos y la historia de manos que trabajan la viña y el barro desde hace siglos.
Hoy quiero compartir contigo cuatro lugares que puedes visitar para entender qué tiene Navarrete que encanta a quien se deja caer por aquí. Cuatro bodegas, cuatro estilos, cuatro formas de saborear La Rioja. Y entre ellas, la mía: La Bodeguita de Elena Corzana, un rincón pequeño donde cada botella lleva mi nombre y mi forma de entender la tierra.
Navarrete: vino, barro y camino
Antes de abrir botellas, vale la pena conocer un poco este lugar. Navarrete es conocido, además de por sus vinos, por ser el pueblo alfarero más importante del norte de España. La arcilla de sus cerros ha dado forma a tinajas, cántaros y vajilla que viajan por toda España. Hoy esa tradición sigue viva y, de hecho, forma parte de cómo muchos bodegueros, como yo, trabajamos el vino: fermentamos en tinajas, respetando el barro que siempre ha sido casa y herramienta en este pueblo.
Navarrete también es paso del Camino de Santiago. Cada día, docenas de mochilas y botas polvorientas atraviesan la calle Mayor buscando la iglesia o una copa de vino para descansar los pies. Algunos peregrinos paran y se quedan más de lo planeado. Aquí la hospitalidad va de la mano con la vid: se come bien, se bebe mejor y se habla sin prisa.
Cuatro bodegas con visita en Navarrete
Si quieres conocer bodegas con visitas en Navarrete, apúntate estos nombres. Cada una tiene algo especial, y juntas pintan un mapa perfecto para una escapada de enoturismo diferente.
1. La Bodeguita de Elena Corzana
Empiezo por casa, claro. Mi bodega es pequeña, por eso la llamo la Bodeguita, y no tengo tour guiado ni grandes salas de exposición. Aquí la visita ocurre dentro de la bodega, junto a las tinajas de barro donde fermento la maturana tinta y las barricas que crían mis vinos.
Cuando vienes, la idea no es correr de sala en sala: es sentarse, abrir botellas, probar, oler, hablar de porqué elegí las maturanas, las tinajas y no solo las barricas, y cómo cada decisión deja su huella en la copa.
Yo soy la guía porque creo que nadie puede contar mejor una botella que la persona que la hace. Me gusta mirar a los ojos y explicar de dónde viene cada sorbo: de la poda, del suelo, de la espera y de lo que no se ve en la etiqueta.
Qué encontrarás aquí:
✔️ Vinos de autora, producidos en cantidades muy limitadas.
✔️ Aceite de oliva, de variedades riojanas.
✔️ Tinajas de barro, fermentación natural y respeto absoluto por la uva.
✔️ Una cata tranquila, guiada por mí, sin grupos grandes ni guías improvisados.
✔️ Un rato para hablar del vino, pero también de la vida, del clima, de la paciencia y de lo que tú quieras preguntar.
Si buscas una bodega con visita en Navarrete donde la conversación sea parte de la experiencia, aquí me tienes.
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2. Bodegas Montecillo
Una bodega de esas que cuentan historia en cada ladrillo. Fundada en 1874, Montecillo es la tercera bodega más antigua de La Rioja y tiene unos calados espectaculares que huelen a barrica vieja y vino joven.
Su propuesta de visitas combina tradición y nuevas ideas: puedes recorrer la sala de barricas, probar sus reservas y grandes añadas o apuntarte a talleres especiales. También organizan eventos puntuales y experiencias para familias, así que si viajas con niños o con amigos de gustos variados, aquí todos encuentran su momento.
Montecillo es ideal si buscas una bodega con visita en Navarrete que encaje la historia de Rioja con la comodidad de un plan bien organizado.
3. Bodegas Corral
Más modesta en tamaño pero grande en esencia. Corral es de esas bodegas donde todavía se respira ambiente de familia y donde te explican cada detalle sin prisas ni guiones aprendidos.
Las visitas suelen ser tranquilas, con cata de vinos jóvenes y crianzas, y un recorrido por sus instalaciones que permite ver de cerca la bodega en funcionamiento. Es perfecta para quienes valoran la cercanía, el trato directo y vinos bien hechos a buen precio.
Además, su ubicación a las afueras del casco histórico hace que sea fácil combinar la visita con un paseo por el pueblo o una parada a comer algo rico en alguno de los bares locales. Además de conocer in situ las ruinas del antiguo hospital de peregrinos San Juan de Acre.
4. Bodegas FyA
FyA es diferente. Es la opción para quienes quieren enoturismo, descanso y cultura todo en uno. Además de bodega, FyA funciona como hotel de 4 estrellas, spa, restaurante y museo de cerámica. Su filosofía combina la tradición vitivinícola de Rioja con la tradición alfarera de Navarrete, creando un espacio donde el barro no solo fermenta vino, sino que también cuenta la historia del pueblo.
Las visitas aquí incluyen cata de vinos fermentados en tinaja, recorridos por las instalaciones modernas y, si quieres, noches de relax en su hotel con vistas a los viñedos de alrededor.
Si te apetece una bodega con visita en Navarrete que además te ofrezca la posibilidad de quedarte a dormir y mimarte un poco, FyA es tu sitio.
Un pueblo que se bebe y se modela a mano
Lo bonito de Navarrete es que cada bodega enseña una cara diferente. Las grandes te hablan de la historia y la dimensión de Rioja; las más familiares, de la vida a escala humana. Y bodegas como la mía, de la paciencia, el barro y la gente detrás de cada botella.
Aquí seguimos mirando el cielo para decidir cuándo vendimiar, tocamos la cepa para saber si necesita poda y preferimos una visita lenta a cien fotos para Instagram.
Planifica tu visita: algunos consejos
Si decides hacer esta ruta, un par de recomendaciones para disfrutarla sin complicaciones:
✔️ Reserva siempre con antelación, sobre todo en bodegas pequeñas como la mía, donde las plazas son limitadas y todo se prepara a medida.
✔️ Ve con tiempo, no intentes ver cuatro bodegas en un día. Mejor dos y con calma.
✔️ Pregunta todo lo que quieras, aquí nadie se guarda secretos.
✔️ Aprovecha para probar la gastronomía local: unas patatas a la riojana, un buen queso camerano y pan recién hecho.
Ven sin prisa, vete con una historia
Cada bodega en Navarrete deja algo: un aroma, una idea nueva sobre el vino o una botella que abrirás en casa recordando la visita. Si te apetece empezar por la mía, reserva directamente conmigo y vente sin guión ni reloj. Yo pongo el vino, el barro y la mesa.
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2 Comments
Nadine Gómez
Hola Elena, soy Nadine te escribo desde Bodegas Corral, gracias por esta publicación y por explicar con tanto amor y profesionalidad nuestra bodega, y como no, nuestro pueblo. Trabajando de la mano es cuando se llega lejos. Un abrazo.
Elena Corzana
Muchas gracias Nadine, tenemos suerte de pertenecer a un pueblo con gran historia y cultura. Y aquí estamos para mostrarlo a los que nos visitan.