La artesana del vino de Navarrete
Elena Corzana nació en el corazón de La Rioja, en el pintoresco pueblo de Navarrete, rodeada de viñedos y tradiciones vinícolas que han marcado su vida desde su más tierna infancia. Descendiente de una familia arraigada en la viticultura, Elena creció entre cepas y barricas, absorbiendo los secretos del vino como quien aprende un lenguaje ancestral. Desde muy joven, mostró un interés innato por la tierra y sus frutos, dedicando horas interminables a explorar los viñedos familiares y a aprender los entresijos de la viticultura de la mano de su su abuelo Agapito.
Hoy, Elena Corzana personifica el espíritu de La Rioja artesana, donde el respeto por la tradición se combina con la innovación y el compromiso con la calidad. Su bodega en Navarrete es más que un lugar de trabajo, es un reflejo de su amor por la tierra y su deseo de preservar la autenticidad de los vinos riojanos. A través de su dedicación y pasión, Elena continúa escribiendo el capítulo más hermoso de su historia, honrando el legado de sus ancestros y compartiendo la magia del vino con todos los que tienen el privilegio de probarlo.
UN VIAJE POR EL MUNDO A TRAVES DEL VINO
A lo largo de su carrera, Elena ha recorrido el mundo, explorando diferentes terroirs y técnicas vinícolas. Desde Chile hasta Sudáfrica, ha trabajado en diversas bodegas, adquiriendo una invaluable experiencia que ha enriquecido su visión y conocimiento del mundo del vino. Su formación profesional y sus experiencias vitícolas en varios continentes han contribuido a forjar su estilo único y auténtico.
Regreso a las Raíces
Después de dos décadas de viajes y experiencias enológicas por todo el mundo, Elena ha regresado a su tierra natal con un nuevo sueño en mente: establecer su propia bodega en Navarrete. Transformando una modesta cuadra de vacas en un acogedor templo del vino, Elena ha creado un espacio donde la tradición se combina con la innovación, dando vida a vinos que reflejan el carácter único de La Rioja.
Filosofía y Producción Artesanal
Para Elena, la calidad está por encima de la cantidad. Con una producción anual de no más de 5000 botellas, se enfoca en elaborar vinos con personalidad, historia y autenticidad. Su bodega artesanal es un reflejo de su compromiso con la tierra, la tradición y el respeto por el medio ambiente. Cada botella cuenta una historia, cada sorbo es una experiencia que transporta al corazón de La Rioja.