Si llevas un tiempo leyendo mis artículos o has pasado por mi bodega en Navarrete, sabrás que siempre defiendo lo mismo: hay que llamar a cada vino por su nombre. Hoy quiero ayudarte a aclarar cuatro conceptos que muchas veces se mezclan y que no significan lo mismo, aunque se parezcan en la etiqueta: vino ecológico, vino biodinámico, vino vegano y vino natural.
Vamos por partes, copa en mano.
¿Qué es un vino ecológico?
El vino ecológico parte de una idea sencilla: respeto. Respeto por la viña, por la tierra y por quien se lo va a beber.
Para producirlo, cultivo las viñas sin herbicidas ni fungicidas sistémicos, solo con productos de contacto y lavables, es decir, que no penetran en la planta y por lo tanto no dejan residuos.
El viñedo está vivo: insectos, flores silvestres, aves… todo forma parte del equilibrio. En bodega sigo cuidando el vino y cada detalle de forma respetuosa. Para mí es muy importante la limpieza. Con uvas sanas y una bodega muy limpia, no hace falta ningún otro añadido en el vino. En el caso de los sulfitos, para vinos ecológicos, el límite es inferior a los vinos convencionales (100 mg/litro en tintos). Mis vinos no suelen llegar a 50 mg/litro.
En resumen: menos química, más cuidado y un sello que lo certifica oficialmente.
¿Y un vino biodinámico?
El biodinámico va un paso más allá. Parte de la base ecológica, pero se inspira en los principios de Rudolf Steiner: la viña se entiende como un organismo vivo conectado con la luna, los astros y los ritmos de la naturaleza.
Se usan preparados biodinámicos (como infusiones de plantas, estiércol en cuernos, sílice) y se realizan labores siguiendo un calendario lunar. No es magia: es observar y trabajar en armonía con los ciclos naturales.
No todos los vinos biodinámicos están certificados como ecológicos, pero la mayoría sí lo están, porque comparten la base de cultivo sin química sintética.
Vino vegano: ¿qué tiene que ver con la viña?
El vino vegano no habla de cómo se cultiva la uva, sino de cómo se clarifica y se filtra en bodega.
Tradicionalmente, para clarificar el vino se han usado proteínas de origen animal (clara de huevo, gelatina, caseína). Un vino vegano no emplea ningún producto animal en este paso: se usan alternativas minerales o vegetales como bentonita o proteínas de guisante.
Así que un vino puede ser ecológico pero no vegano, o vegano pero no ecológico. Son cosas diferentes que se complementan.
Vino natural: lo más minimalista
El vino natural es el rebelde de la familia. Es un concepto más abierto, sin una certificación oficial única (cada asociación tiene su manifiesto).
Básicamente, significa intervenir lo menos posible: uva sin química, fermentación espontánea con levaduras autóctonas, mínima o nula adición de sulfitos, sin filtrados ni clarificados.
El resultado suele ser un vino con personalidad, a veces más turbio, con sabores y aromas muy ligados a la uva y al terroir. No todos los vinos naturales son ecológicos (porque no siempre hay control oficial de la viña), ni todos los ecológicos son naturales (porque a veces necesitan más intervención para garantizar estabilidad).
Resumen rápido para no perderse
| Concepto | Viña sin químicos | Bodega con mínima intervención | Certificación oficial |
| Ecológico | ✅ | ✅/parcial | Sí |
| Biodinámico | ✅ + prácticas astrológicas | ✅/parcial | Sí (Demeter, Biodyvin) |
| Vegano | ❌ (no importa) | ✅ (sin productos animales) | Sí (certificado vegano) |
| Natural | ✅ (en teoría) | ✅ (mínima o nula intervención) | No oficial global |
Beneficios de elegir vino ecológico
Además de todo esto, el vino ecológico ofrece beneficios reales:
✔ Protege la biodiversidad del viñedo.
✔ Evita contaminar suelos y acuíferos con químicos agresivos.
✔ Fomenta técnicas de riego eficientes.
✔ Reduce componentes químicos en la copa.
✔ Ayuda a que los suelos sigan fértiles generación tras generación.
Y lo más importante: obliga a quienes lo hacemos a estar cerca de la viña, a escucharla y a intervenir solo cuando de verdad hace falta.
Mi apuesta personal
En mi bodega trabajo con viñas certificadas como ecológicas. No soy biodinámica (aunque comparto parte de la filosofía), ni me defino como productora de vino natural radical. Y sí: mis vinos son veganos porque no uso clarificantes, ni animales ni vegetales.
Podría haberlo hecho más fácil, pero no sería yo. Ni mis vinos tendrían la honestidad que busco en cada botella.
Brindemos por la tierra
Si quieres probar un vino ecológico de La Rioja que respira campo de verdad, vente a Navarrete. Abrimos la bodega, caminamos entre cepas y catamos juntos. Prometo conversación sincera y un sorbo que sabe a cuidado.
